Recalces de cimentaciones.


 
Se entiende por recalce de una cimentación la reparación que se hace en los cimientos de una obra ya construida. El recalce puede ser una de las partes que comprenda la rehabilitación de un edificio o de una estructura.



La necesidad de realizar un recalce puede ser:
a) Por incremento de las sobrecargas de uso de un edificio, sin cambiar el tipo de uso del mismo.
b) Por un cambio de uso del edificio.
c) Recuperación de la capacidad portante de la edificación reducida por el uso y el tiempo.
d) Para averiguar la capacidad portante real de la estructura de la que se desconocen los planos y los cálculos.



Los tipos de actuaciones principales son debidos a:
a) A problemas existentes en obras antiguas realizadas en piedra. Son obras que fueron construidas sin ningún método de cálculo científico.
b) Aquellas estructuras y cimentaciones que fueron objeto de un cálculo racional pero cuyos planos y cálculos han desaparecido o bien se construyeron con Instrucciones hoy en día claramente superadas.
c) A edificios, obras y cimentaciones calculados recientemente, por lo tanto de acuerdo con Instrucciones en vigor, pero que por diversas circunstancias son objeto de un cambio de uso o bien sufren un proceso de deterioro de la cimentación por diversas causas (asientos, existencia de sulfatos, mala ejecución, meteorización de los elementos pétreos, disgregación de morteros, corrosión de apoyos metálicos, armaduras, etc.)



Las actuaciones correctoras son las siguientes:
a) Reparación de una situación degradada, o mejora de las condiciones del terreno de apoyo.
b) Refuerzo de una cimentación por aumento o desplazamiento de cargas o nuevas solicitaciones.
c) Sustitución de cimentaciones por cambios en la geometría o concepción estructural del edificio, generalmente asociado a nuevos usos.

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